REFLEXIÓN DEL DÍA: MANZANA DE ORO


Manzana de oro con figuras de plata es la palabras dicha como conviene (Proverbios 25:11).


El libro de la sabiduría dice: "Los modales de la gente buena son agradables, pero los modales de los soberbios son bruscos y antipáticos"
Aquí una lista de modales simpáticos:
- Llevar siempre un rostro agradable y sonriente, saludar antes de que nos saluden

- Hacer bien a quienes nos hacen mal.
- Aprenderse el nombre de los demás; llamarlos por su nombre y no apellido
- Dar siempre las gracias.
- Recordar fechas importantes: cumpleaños, aniversarios, grados...
- Alabar las cualidades y éxitos de los demás.
- Contestar pronto las cartas, llamadas telefónicas y e-mails.
- Escuchar con verdadero interés lo que la otra persona nos dice.
- Hablar bien de los demás.
- Saber negar un favor con toda gentileza.
- Saber decir un SI con verdadero cariño cuando vamos hacer favores.
- No gritar en las reuniones.

Tener modales simpáticos es una de las condiciones de formarse un buen carácter.
¿Tienes un buen carácter?, ¿no?, entonces a formarlo.


Desconozco su autor

COMO EL ÁGUILA


 "Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán".

Isaías 40:31

El águila es una de las aves de mayor longevidad. Llega a vivir 70 años. Pero para llegar a esa edad, en su cuarta década tiene que tomar una seria y difícil decisión.

A los 40 años, ya sus uñas se volvieron tan largas y flexibles que no puede sujetar a las presas de las cuales se alimenta. El pico alargado y en punta, se curva demasiado y ya no le sirve. Apuntando contra el pecho están las alas, envejecidas y pesadas en función del gran tamaño de sus plumas, y para entonces, volar se vuelve tan difícil!
Entonces, tiene sólo dos alternativas: Dejarse estar y morir... o enfrentar un doloroso proceso de renovación que le llevará aproximadamente 150 días. Ese proceso consiste en volar a lo alto de una montaña y recogerse en un nido, próximo a un paredón donde ella no necesita volar y se siente más protegida.
Entonces, una vez encontrado el lugar adecuado, el águila comienza a golpear la roca con el pico ¡hasta arrancarlo! Luego espera que le nazca un nuevo pico con el cual podrá arrancar sus viejas con el cual podrá arrancar sus viejas uñas inservibles. Cuando las nuevas uñas comienzan a crecer, ella desprende una a una, sus viejas y sobrecrecidas plumas. Y recién después de todos esos largos y dolorosos cinco meses de heridas, cicatrizaciones y crecimiento, logra realizar su famoso vuelo de renovación, renacimiento y festejo para vivir otros 30 años más.

En nuestra vida también nos toca vivir procesos de reconversión, o sufrir la pena de sucumbir. Tenemos que resguardarnos por algún tiempo, meditar largamente y someternos a grandes sacrificios de desprendimiento, para desarrollar los cambios (de modo semejante al del águila), y luego ser capaces de recomenzar nuestra vida con nuevos bríos y esperanzas.

Durante ese tiempo reflexionaremos sobre los pesados recuerdos; remordimientos o culpas, malos hábitos, costumbres y prejuicios que nos causaban dolor.
Haremos hincapié en aquellos que no nos dejaban vivir ni permitían surgir nuevos valores, ni que aprendiéramos todo lo que es útil para los nuevos tiempos, y mucho menos volar.
" Solamente siendo libres del peso del pasado, podremos aprovechar el valioso resultado que una renovación siempre nos trae"

Autor desconocido


TIENES UNA MISIÓN




“Será como árbol plantado junto a corrientes de agua, que da su fruto a su tiempo y su hoja no cae y todo lo que hace prosperará”
Salmista David






Había una vez, algún lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo, un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos.

Todo era alegría en el jardín, excepto por un árbol profundamente triste. El pobre tenía un problema: "No sabía quién era."

Lo que le faltaba era concentración, le decía el manzano, si realmente lo intentas, podrás tener sabrosas manzanas. "¿Ves que fácil es?"

No lo escuches, exigía el rosal. Es más sencillo tener rosas y "¿Ves que bellas son?"

Y el árbol desesperado, intentaba todo lo que le sugerían, y como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado.

Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol, exclamó:

- No te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de muchísimos seres sobre la tierra. Yo te daré la solución: "No dediques tu vida a ser como los demás quieran que seas... Sé tu mismo, conócete, y para lograrlo, escucha tu voz interior." Y dicho esto, el búho desapareció.

¿Mi voz interior...? ¿Ser yo mismo...? ¿Conocerme...? Se preguntaba el árbol desesperado, cuando de pronto, comprendió... Y cerrando los ojos y los oídos, abrió el corazón, y por fin pudo escuchar su voz interior diciéndole:

"Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada primavera porque no eres un rosal. Eres un roble, y tu destino es crecer grande y majestuoso. Dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje...

Tienes una misión "Cúmplela".

Y el árbol se sintió fuerte y seguro de sí mismo y se dispuso a ser todo aquello para lo cual estaba destinado. Así, pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos. Y sólo entonces el jardín fue completamente feliz.

Sólo nosotros podemos saber quiénes somos...

Desconozco su autor

Blog del profesor Dante