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La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
Juan 14: 27
Un 17 de mayo de 1980, con la quema de ánforas en la localidad de Chuschi (Ayacucho), inició su guerra contra el Estado el grupo terrorista Sendero Luminoso. ¿Cuál ha sido su pretensión desde entonces?: la guerra popular que supuestamente terminaría con la toma del poder por parte de los levantados en armas. Enarbolando la bandera roja del comunismo con la hoz y el martillo que identificara a Rusia, al primer Estado socialista del mundo. Pero ¿Quuién lideraba este siniestro grupo terrorista? Un profesor universitario que entusiasmó a sus alumnos con la promesa de justicia para todos y un Perú sin corrupción, pero ¿a costa de qué? La guerra desatada por Sendero Luminoso dejó más de 70 000 muertos en todo el país, cuantiosos daños materiales, personas heridas, mutiladas y familias desintegradas debido al demencial proceder de esta organización
Nicolás Maquiavelo, un escritor italiano, hizo célebre la frase "El fin justifica los medios". Maquiavelismo es la frases que bien puede resumir el método empleado por la organización terrorista que a partir de 1980 se encargó sembrar el terror mediante derribamiento de torres de alta tensión, coches bombas, asesinato de policías, jueces, líderes sindicales, dirigentes vecinales como María Elena Moyano y de aliarse con el narcotráfico para subsistir.
Hoy, después de cuatro décadas ¿Qué consiguió el "líder" Abimael Guzmán. Nada, pues, no se puede combatir la ignorancia, la falta de oportunidades, la injusticia y la pobreza de ese modo. Necesitamos m|ucho más que una doctrina política para sacar adelante este país. Se necesita que cada peruano tome la decisión de ser mejor ciudadano, de ser solidario y practicar el respeto y la tolerancia. Juntos haremos el cambio.
El mejor ejemplo es Jesucristo, quien sí puede traer el cambio a tu vida.
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